El enfoque humanista del FoodTech: cómo Novameat combina ciencia, creatividad y cultura

En Barcelona, una ciudad donde la gastronomía dialoga con la ciencia y el arte, Novameat representa una nueva generación de empresas que entienden la tecnología como un medio para servir a la humanidad. Su fundador y CEO, Giuseppe Scionti, lo expresa con claridad:

“Creemos que todo parte de una mezcla entre tecnología y educación. Desde el principio, hay que asociar la parte científica con la parte humanista.”

Esa idea —que la innovación debe traducirse en algo que la sociedad pueda comprender y abrazar— define el ADN de esta food tech barcelonesa. Más allá de imprimir carne vegetal en 3D, su propósito es crear un sistema alimentario más sostenible y ético, integrando ciencia, arte y cultura en cada paso del proceso.



Ciencia con alma: unir tecnología y educación

Para Giuseppe, el desafío no consiste solo en perfeccionar la técnica, sino en traducir el conocimiento científico en impacto social. “Lo que hacemos nuevo en este espacio —explica— debe poder comunicarse a la sociedad. No basta con innovar; hay que enseñar.”

Esa mirada refleja una tendencia creciente: la innovación tecnológica necesita mediadores culturales. En el caso de Novameat, la empresa actúa como un puente entre el laboratorio y la mesa, entre los científicos y los chefs, entre la investigación y la experiencia humana de comer.


El arte de cocinar el futuro

“Lo que hacemos en comida es siempre una mezcla entre ciencia y arte.”

Así resume Giuseppe el espíritu de Novameat. Desde su fundación, el equipo consultó a algunos de los mejores chefs del mundo para entender cómo integrar sus productos en las tradiciones culinarias existentes.
Esta colaboración recuerda a la revolución de Ferran Adrià en elBulli, quien demostró que la creatividad culinaria puede ser una forma de pensamiento científico.

En ese sentido, la innovación alimentaria se parece mucho a la innovación empresarial: ambos procesos requieren experimentar, fallar, y volver a empezar, pero sobre todo, dialogar con la tradición. En palabras de Giuseppe, el reto está en trabajar “con ingredientes naturales que estén en los límites entre la tradición —que en lugares como Italia o Barcelona se considera casi una religión— y la innovación”.

Esa tensión, manejada con respeto y curiosidad, es lo que transforma un producto en cultura.


Aprender del pasado para imaginar el futuro

Giuseppe y su equipo dedican tiempo a mirar hacia atrás:

“Como estamos construyendo un nuevo sistema alimentario, es importante estudiar lo que ha pasado antes: cómo las compañías de comida han servido a la sociedad con tecnologías y procesos innovadores.”

Esa perspectiva histórica es esencial. Comprender cómo la sociedad ha aceptado o resistido las innovaciones del pasado ayuda a diseñar estrategias más humanas para el presente. Del mismo modo que las empresas estudian el comportamiento del consumidor, Novameat estudia la historia como brújula ética y cultural.

Empatía: el valor más tecnológico de todos

Cuando se le pregunta por la relevancia de valores como la empatía o la curiosidad en el sector alimentario, Giuseppe responde sin dudar:

“Ser empático significa entender no solo lo que tus clientes necesitan, sino también lo que piensan los consumidores y quienes hacen la comida.”

Esa doble empatía —interna y externa— se traduce en una práctica empresarial más consciente. Comprender las emociones y necesidades de todos los actores del sistema permite crear soluciones sostenibles que trascienden el producto.

En su caso, la empatía no es un adorno ético: es una herramienta estratégica para innovar con propósito.


Creatividad en los límites

La creatividad, explica Giuseppe, “es lo que realmente importa cuando trabajas en innovación alimentaria”.
Encontrar el equilibrio entre lo familiar y lo nuevo es una forma de arte en sí misma. “Cuando intentas hacer algo bueno para el planeta y para la sociedad —añade—, es un win-win obvio, y la innovación se traduce más fácilmente a la sociedad.”

Esa frase resume una verdad aplicable a cualquier sector: la innovación solo tiene sentido cuando conecta con el bien común. Y para lograrlo, hacen falta imaginación, empatía y sensibilidad cultural: las mismas habilidades que el informe Leadership Development Report 2024 de Harvard Business Publishing identifica como esenciales para los líderes del futuro.


Liderar desde dentro

“Como fundador de una startup pequeña, la mejor forma de liderar es a través de la conversación constante. Hay que estar en persona, compartir información, criticar las decisiones, ser escépticos con nuestros productos.”

Giuseppe defiende un estilo de liderazgo basado en la presencia y el ejemplo. “Liderar con el ejemplo —dice— desbloquea más creatividad, más discusión y más confianza.”

Rechaza la gestión a distancia o los tableros de control fríos: prefiere liderar “en las trincheras”, resolviendo problemas junto a su equipo y manteniendo viva la misión común: “salvar el planeta y la biodiversidad usando los recursos de forma más eficiente”.

Esta filosofía refleja lo que llamamos en The Human Element Studio un liderazgo humanista: aquel que combina claridad de propósito, escucha activa y participación directa.



Cultura y colaboración: el corazón de la innovación

Novameat demuestra que la innovación no es solo cuestión de tecnología, sino de cultura organizacional. Un equipo pequeño, multidisciplinar y comprometido con un propósito común puede mover fronteras si se guía por valores compartidos y curiosidad continua.

En The Human Element Studio, trabajamos precisamente con empresas que buscan eso: reconectar a sus equipos con la dimensión humana de la innovación. A través de experiencias culturales diseñadas para desarrollar empatía, creatividad y pensamiento crítico, ayudamos a que los equipos redescubran lo que Giuseppe practica cada día en Novameat: que las soluciones más avanzadas son, a menudo, las más humanas.


Aprender desde la cultura

Si tu organización busca conectar la innovación con una comprensión más profunda de lo humano, te invitamos a explorar nuestras experiencias culturales.


Diseñadas para despertar la curiosidad y fomentar la empatía, estas propuestas ofrecen un espacio donde ciencia, arte y reflexión se encuentran para inspirar nuevas formas de pensar y trabajar juntos.


Porque el futuro de la innovación no depende solo de la tecnología que usamos, sino de cómo cultivamos lo que nos hace humanos.

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